¿Has oído hablar del método de la escucha activa para educar a los niños? Es la mejor manera para dirigirnos los unos a los otro dentro de la familia. Se habla mucho de esta técnica (que si hay que ponerse a la misma altura que los niños para hablarles, que si se debe vigilar el lenguaje...) sin embargo, no se llega a profundizar en las bases sobre las que debe sustentarse para que funcione realmente.
Categoría Diu00e1logo y comunicaciu00f3n
A veces, la vida no es tal y como nosotros la esperamos... Para bien y para mal, a veces nos sorprende con un cambio en el camino que trastoca todos los planes que teníamos en mente. Llegados a este punto, tenemos que aceptar nuestro nuevo destino, sea fácil o complicado de digerir. ¿Y cómo? Ahí es donde entra en juego una especie de misión secreta que tenemos todos los padres: la de construir una mirada del amor hacia nuestros hijos, una forma de transmitirles que aceptamos los desafíos que nos ha puesto la vida y que juntos conseguiremos salir.
& 34;Elena, vístete& 34;. A los 5 minutos. & 34;Elena, vístete, por favor& 34;. Pasados 10 minutos. & 34;Elena, ¡que te vistaaaaas!& 34;. Me paso el día repitiendo las mismas cosas sin obtener ningún tipo de fruto, y es que parece que los niños de hoy en día -es algo en lo que estamos de acuerdo todas las madres del parque- no llevan bien eso de escuchar y hacer caso.
¿Has oído hablar del método de la escucha activa para educar a los niños? Es la mejor manera para dirigirnos los unos a los otro dentro de la familia. Se habla mucho de esta técnica (que si hay que ponerse a la misma altura que los niños para hablarles, que si se debe vigilar el lenguaje...) sin embargo, no se llega a profundizar en las bases sobre las que debe sustentarse para que funcione realmente.
Seguro que muchas veces te preguntas cuál es la clave para estar mejor en familia. Y yo te invito a que reflexiones un momento, ¿os comunicáis de forma efectiva en casa? Precisamente para que mejores la comunicación entre padres e hijos, os propongo un interesante juego: el juego de las piedras y los algodones.
El lenguaje que usamos con los niños tiene un enorme poder y gran influencia sobre ellos. Las frases que empleamos, el tono que usamos, etc. pueden ser determinantes y pueden cambiarles la vida o, al menos, la manera en la que se enfrentan a ella. Influyen en lo que los niños piensan de sí mismos, pero también en su conducta y su comportamiento.
Si siempre estás buscando actividades que hacer con tus hijos en casa y que tengan un beneficio para ellos, súmate a la moda de practicar escape room. Te contamos todos los beneficios de esta propuesta lúdica y, lo mejor, ta damos algunas ideas para que montes el tuyo en tu propia casa. ¡Se acabó el aburrimiento!
Hoy escribo un poco desde la sorpresa y desde el enfado. Quizá ha sido porque en las últimas semanas he escuchado en distintas ocasiones formular a varios adultos esa pregunta trampa que nunca deberías hacerle a un niño: & 34;Y tú, a quién quieres más, ¿a papá o a mamá?& 34;. Las consecuencias que esta pregunta puede tener dentro del ámbito familiar, tanto para el niño como para los padres como a nivel global, son muy perjudiciales para todos, y de todo esto quiero hablarte hoy.
La comprensión por parte de los niños de los comentarios irónicos depende de varios factores, entre ellos, del nivel de desarrollo del lenguaje cognitivo y de las habilidades llamadas & 34;mentalistas& 34;. Necesitan adquirirlas para ser capaces de interpretar los dobles sentidos, sin embargo, padres y profesores podemos ayudar a los niños a entender la ironía y el sarcasmo poco a poco.
Tenemos la mala costumbre de pensar demasiado en el futuro, o quizá a nuestro alrededor hay alguien que nos invita a ir demasiado al futuro, y eso nos hace desconectar del presente y descuidar lo que tenemos aquí y ahora. Descubre por qué debemos disfrutar y acompañar a los niños en cada una de sus etapas.
Hay cosas que hay que decir alto y claro a todos: los niños tienen el Derecho a ser escuchados. A medida que vamos refinando nuestra comunicación con los hijos, nos vamos dando cuenta que escuchar no es lo mismo que oír.Cuando les oímos estamos haciendo apenas un esfuerzo físico para enterarnos de lo que nos cuentan, mientras cuando les escuchamos no solo nos estamos poniendo al corriente del tema como también nos involucramos en ello.